Duelo en fútbol chileno por muerte de recordado entrenador nacional

Santiago de Chile, 21 mar (Prensa Latina) El Colegio Profesional de Entrenadores de Fútbol de Chile informó hoy el fallecimiento del destacado director técnico Orlando Aravena, quien estuvo al frente de la selección nacional y varios equipos locales de liga mayor.
De acuerdo con el comunicado, el también antiguo jugador, de 81 años, estaba ingresado en una clínica debido a su delicado estado de salud, sumado al Alzheimer sufrido hace algunos años.
Aravena inició su carrera como futbolista en 1957 con el Magallanes y luego pasó a La Serena, donde conquistó la Copa Chile 1960. Más tarde militó también con Palestino, Colo Colo y Ñublense.
Como técnico dirigió al Cacique, Audax Italiano, OHiggins, Unión Española, Rangers, Everton de Viña del Mar y Palestino, club al que llevó a la final del campeonato nacional de 1986, donde perdió contra el Colo Colo.
A continuación fue designado para hacerse cargo de la Roja absoluta chilena y allí su momento estelar fue alcanzar la semifinal de la Copa América de 1987, tras derrotar a Brasil por goleada de 4-0.
Sin embargo, en el choque definitivo contra Uruguay la escuadra chilena cayó 1-0.
Orlando Aravena fue el director técnico durante el partido de la Roja ante Brasil por el pase definitivo al torneo mundial de Italia 1990, donde ocurrió el denominado «maracanazo chileno», que trajo graves consecuencias para el entrenador.
El choque era definitivo tras un empate en el juego de ida en la capital chilena y los locales se pusieron adelante en el minuto 49 del segundo tiempo con gol anotado por Antonio de Oliveira «Careca».
Al 67 una bengala lanzada por el público brasileño cayó cerca del portero chileno, Roberto Rojas, quien fingió ser alcanzado por ella y se desplomó envuelto por el humo, momento aprovechado para hacerse un corte en el rostro.
Si bien el árbitro, el argentino Juan Carlos Laustau, no suspendió el encuentro, el equipo chileno se retiró de la cancha alegando inseguridad.
Investigaciones posteriores demostraron la falsedad de las lesiones de Rojas, quien fue suspendido de por vida para practicar el fútbol profesional, aunque lo indultaron en 2001.
Al entrenador Aravena se le prohibió de por vida dirigir a nivel internacional y estuvo cinco años sin poder hacerlo dentro de Chile.